Al igual que la lectura, la
escritura es una habilidad que se desarrolla y perfecciona con la práctica. De
manera frecuente, los escritores profesionales son asaltados con esta pregunta:
¿cómo se puede llegar a ser escritor?
La respuesta es invariable: escribiendo.
Si bien escribir no es una actividad sencilla, cuando se convierte en una acción
cotidiana nos ayuda a adquirir confianza y puede hacerse más fácil. La
sensación que nos deja terminar un texto nos dará la seguridad para empezar otro
nuevo, es un desafío que poco a poco iremos ganando.
Para acercar de manera
significativa a los niños y jóvenes a la escritura, es necesario que los chicos
ganen confianza y sientan el acto de escribir como un
reto que pueden asumir y disfrutar. La convicción
con que se enseña genera entusiasmo en quien aprende, es por esto que el promotor
de lectura juega un papel importante como motivador permanente del acto de
escribir.
Aunque los niños y jóvenes
de hoy están inmersos en una dinámica cultural que les ofrece diferentes
opciones de aprendizaje y entretenimiento, la lectura y la escritura siguen
siendo actividades que pueden disfrutar siempre y cuando se presenten
estrategias que los motiven.
Es con esta intención es que
se presentan estas estrategias de escritura creativa, las cuales incluyen
ejercicios sencillos y acordes con los niveles e intereses lectores de los niños
y jóvenes.
CUENTOS PARA ARMAR
Armar
cuentos en grupo nos dará la posibilidad de crear y cruzar varias historias que
resultarán divertidas, ya que podrán surgir muchos cuentos partiendo de las
ideas de todos.
Cómo se hace:
Se divide el grupo
en cuatro grupos iguales y a cada participante se le da una hoja de papel.
Grupo 1: escribir
nombres de protagonistas de historias.
Grupo 2: escribir
nombres de antagonistas de historias.
Grupo 3: escribir
nombres de lugares donde suceden.
Grupo 4: escribir
nombres de objetos maravillosos.
Cada participante
busca tres compañeros que tengan categorías de palabras diferentes y entre
todos escriben una historia.
ECHAR A VOLAR A PULGARCITO
Con este ejercicio de lectura se pretende que los niños
y jóvenes reconozcan la estructura de los cuentos clásicos y disfruten de su
lectura. Esta actividad puede hacerse con cualquier cuento.
Cómo se hace:
-
Escribir fragmentos
del cuento pulgarcito en diferentes hojas de papel.
-
Entregar las hojas
a los asistentes y pedirles que hagan un avión de papel (puede ser por grupos).
-
Invitarlos a lanzar
los aviones y decirles que en cada uno de ellos hay un fragmento del cuento
proponiéndoles que entre todos lo armen.
Se pueden mezclar varios cuentos, lo que hace más
exigente el ejercicio.
-
Grupo 2: escribir
nombres de antagonistas de historias.
Grupo 3: escribir
nombres de lugares donde suceden.
Grupo 4: escribir
nombres de objetos maravillosos.
Cada participante
busca tres compañeros que tengan categorías de palabras diferentes y entre
todos escriben una historia.
EL RETRATO SORPRESA
El resultado de esta
actividad nos sorprenderá, pues terminaremos identificándonos con el texto que
escribimos.
Cómo se hace:
Se inicia escribiendo
una lista de frases poéticas que hagan referencia a:
-
Un objeto hermoso
en un lugar extraño
Ejemplo: Un hada en el fango
-
Una experiencia de
terror en un lugar del universo
Ejemplo: una sombra deambulando en la luna
-
Una
visión reconfortante con un ser querido
Ejemplo: un paseo por el campo con mi madre
Una vez hecha la lista, se indica a los asistentes que
deben poner el verbo “soy” delante de cada frase y luego leer en voz alta el
texto completo.
El resultado final
de la actividad será:
Soy Un hada en el fango
Soy una sombra
deambulando en la luna
Soy un paseo por el campo con mi madre.
EL HOMBRECITO DE CRISTAL
En este ejercicio se propone la creación de un
personaje imaginario donde la particularidad de sus características serán las
pautas para la trama.
Cómo se hace:
Deduciendo sus acciones a partir de sus
características propias:
Ejemplo: el hombre de cristal es transparente, pueden leerse
sus pensamientos, es supremamente frágil, vive en una casa totalmente
acolchada, etc.
De otro lado, el hombre de madera debe cuidarse del
fuego, flota fácilmente en el agua, si lo ahorcan no muere, no puede ser
devorado por los peces. Todas estas cosas le suceden a Pinocho, porque es de
madera. Sí Pinocho fuera de hierro, le ocurrirían aventuras de otra clase.
Crear una historia cuyo protagonista sea:
-
El hombrecito de
mantequilla
-
El hombrecito de
plastilina
-
El hombrecito de
espuma
-
El hombrecito de
chocolate
-
El hombrecito de
papel
-
El hombrecito de
nieve
-
El hombrecito de
fuego
-
El hombrecito de
oro
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